La filosofía moral indaga acerca de la naturaleza de la virtud y acerca del principio aprobatorio.
El principio aprobatorio es el poder o facultad mental que hacen que ciertos caracteres nos resulten agradables o desagradables. Agradables cuando el objeto es digno de aprobación, de honra y recompensa o desagradables cuando el objeto es digno de culpa, censura y castigo.
El principio aprobatorio es el poder o facultad mental que hacen que ciertos caracteres nos resulten agradables o desagradables. Agradables cuando el objeto es digno de aprobación, de honra y recompensa o desagradables cuando el objeto es digno de culpa, censura y castigo.
Para el hombre el principio aprobatorio tiene tres explicaciones :
(1)Aprobamos algo por amor así mismo,
(2)Aprobamos algo por la razón o
(3)Aprobamos algo por sentimiento o emoción.
(1) ELPRINCIPIO APROBATORIO DEL AMOR ASI MISMO
El principio aprobatorio, por amor así mismo, es egoísta, porque se funda en que el hombre se ve impulsado a refugiarse en la sociedad, no por ningún amor a sus semejantes, sino, para que estos les sirvan a él.
Hobbes, nos decía que el hombre es lobo del hombre y si vive en sociedad es porque es incapaz de subsistir holgadamente y fuera de todo peligro, por eso, es que todo acto aprobatorio o desaprobatorio está en función de sí mismo. Bajo este principio aprobatorio de amor así mismo, al hombre no le interesa aquello que propenda al bienestar social; solo le interesa lo que pueda darle bienestar personal.
Contrariamente a este principio aprobatorio basado en el amor así mismo, debemos decir que la VIRTUD es el gran sostén y el VICIO el gran perturbador de la sociedad. La VIRTUD es aceptable, prevé la prosperidad, es bella y fomenta el orden social, la comodidad y la seguridad; mientras que el VICIO es ofensivo para todo los hombres, genera ruina y confusión, deforma el orden y la comunidad social.
Si consideramos a la sociedad humana como un organismo de ordenados y armoniosos movimientos que producen efectos agradables, la VIRTUD es el fino acabado del engranaje social, es utilidad y respeto al orden social, es culta y social; mientras que el VICIO (vil orín) ofende, hace trepidar y rechinar al orden social, es salvaje y solitaria.
(2) PRINCIPIO APROBATORIO BASADO EN LA RAZON
Hobbes, decía que el estado de la naturaleza es un estado bélico, y que antes que el estado no es posible la existencia de una vida social segura y pacífica. Por eso, Hobbes, señalaba que era necesario que los hombres le den su representació n a un monarca fuerte con el poder de represión para que oblige a los hombres a vivir en paz. Y por la fuerza, el hombre aprende a encomiar la obediencia a la autoridad y censurar toda rebeldía.
Frente a esta teoría que consideraba a la teología como causa de los desordenes sociales y que señalaba que no había diferencia entre el bien y el mal; surge el racionalismo que considera que la mente está dotada de la facultad de distinguir entre determinados actos y efectos, las cualidades de lo bueno y lo virtuoso; y, en otros, lo malo, lo censurable y lo vicioso.
La mente, tiene la capacidad de distinguir entre lo bueno y lo malo, y, esa capacidad, proviene de la razón. En tal sentido LA VIRTUD consiste en una conformidad con la razón y, el VICIO, en un disconformidad con la razón. Es decir, la causa y principio de la aprobación y reprobación y de todo sano juicio relativo al bien y al mal proviene de esa capacidad que la razón le da a la mente del hombre.
La inducción es una operación de la razón, es por ello, que las SENTENCIAS MORALES están basadas en la experiencia y la inducción. Lo que agrada y desagrada a nuestras facultades morales son inductivas y por éste método establecemos reglas y sentencias morales.
La razón es la fuente de las reglas generales éticas y de todos los juicios morales y, por ende, la razón es el principio de la aprobación o reprobación.
(3)PRINCIPIO APROBATORIO BASADO EN EL SENTIMIENTO
Según este principio de aprobación hay un poder especial de percepción, que la mente ejerce en presencia de ciertos actos o efectos, que determinan su aprobación o desaprobación. Y este poder especial de percepción es denominado sentido moral.
Cuando concedemos nuestra aprobación a algún sujeto o una acción, usando nuestro sentido moral, los sentimientos que experimentamos tiene cuatro orígenes: (1)Simpatizamos con los motivos del agente; (2)Compartimos la gratitud de quienes reciben el beneficio de sus actos;(3)Advertimos que su conducta ha sido conforme a las reglas generales por las que esas dos simpatías usualmente actúan, y ,(5)Advertimos que tales actos forman parte de un sistema de conducta que tiende a fomentar la felicidad del individuo o de la sociedad.
El sentido aprobatorio o desaprobatorio tiene cualquiera de estos orígenes que son la fuente del sentido moral que actúa íntimamente ligada a los sentimientos de la emoción, la alegría, la aflicción, la esperanza, el temor, la simpatía o antipatía, la gratitud o resentimiento, el acuerdo o el desacuerdo, la belleza y el orden, etc.
En conclusión, cuando aprobamos o reprobamos una acción humana y sus efectos lo hacemos por amor a nosotros mismos (sentimiento egoísta), por la razón o por nuestros sentimientos. La razón y el sentido moral son la clave para entender nuestras acciones y efectos. Nuestras sentencias morales provienen de la razón y, si a ello, le adicionamos sentido moral a nuestras apreciaciones, entonces, estaremos contribuyendo a la construcción de una vida virtuosa , más no, viciosa. Esta última es producto de nuestros egoísmos personales y destruyen el orden social.
BIBLIOGRAFIA:
ADAM SMITH. “Teoría de los Sentimientos Morales” FCE. Edic. Conmemorativa 70 Aniversario. 2004. México.pp.113- 133
ADAM SMITH. “Teoría de los Sentimientos Morales” FCE. Edic. Conmemorativa 70 Aniversario. 2004. México.pp.113- 133
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