domingo, 10 de agosto de 2008

El Arte de la Construcción Andina


La ciudad sagrada de Machu Picchu, la fortaleza de Ollantaytambo, la Puerta del Sol de Tiwanaku,los templos-observatorios de Intiwatana y el Kalasasaya, etc., dan testimonio de la excelencia en el Arte de la construcción alcanzada por las antiguas civilizaciones quechua y Aymara, las que sin duda contaron con corporaciones de constructores dirigidas por eximios Maestros.

Infortunadamente, (el hombre comun), nada sabe de aquellas corpora­ciones -desaparecidas hace ya muchos siglos- ni de los ritos que presidían sus obras, y es muy poco lo que conocen de los símbolos en ellas grabados; "ya que casi" no quedan en los altos Andes Maestros constructores, ni se erigen monu­mentos en las comunidades que aún conservan un modo de vida tradicional; sin embargo, los principios del antiguo Arte no se han perdido por completo. En efecto, basta con examinar a la luz de los datos tradicionales el sencillo trazado de la planta de, por ejemplo, una vivienda aymara, para caer en cuenta de que se trata de un rito en el más estricto sentido de la palabra y en virtud del cual el más humilde y rudimentario de los edificios es una verdadera imagen simbólica del Cosmos.

Un modelo cósmico

Es imposible no asociar las estacas aymaras con los Landmarks que delimitaban el terreno de la Logia en la antigua Masonería Operativa, así como con las cuatro "piedras de ángulo" que delimitaban normalmente el terreno de las iglesias cristianas, bien que estas piedras eran colo­cadas en secuencia Noreste ("piedra fundamental"), Sureste, Suroeste y Noroeste, o sea siguiendo el curso aparente del Sol, mientras que, como vimos, la secuencia de las estacas es Noroeste, Sureste, Noreste, Suroeste, o sea en forma de cruz (X). Esta diferencia en nada altera la correspondencia sim­bólica ya que, en todos los casos, se trata de los ángulos donde se asientan los cuatro pilares que sostienen el Cielo sobre la Tierra.

La cuerda con sus doce nudos, por su parte, se corres­ponde perfectamente con la "cadena de unión" que rodea la parte superior de la Logia. "Para comprender de qué se trata -escribe René Guénon- es preciso ante todo recordar que, desde el punto de vista tradicional, todo edificio, cualquiera que fuere, se construía siempre según un modelo cósmico; por otra parte, se especifica expresamente que la Logia es una imagen del cosmos, y sin duda es éste el último recuerdo que de aquello ha subsistido basta hoy en el mundo occidental. Siendo así el emplazamiento de un edificio debía ser determinado y "encuadrado" por algo que se correspondiera de algún modo a lo que podría llamarse el "marco" mismo del cosmos (...), y podemos decir ya que el trazado "materializado" por el cordel repre­sentaba, propiamente hablando, su proyección terrestre. (...) Lo que hace particularmente neto el sentido del simbolismo es esto: mientras que el cordel, en cuanto instrumento, es, naturalmente, una simple línea, la "cadena de unión" al contrario, tiene nudos de trecho en tre­cho; estos nudos son, o deben ser normalmente, en número de doce, y corresponden así evidentemente, a los signos del Zodíaco. En efecto, el Zodíaco en el interior del cual se mueven los planetas, constituye ver­daderamente la "envoltura" del cosmos... (1). A diferencia de la Logia, claro está, la vivienda familiar aymara no es un tem­plo, al menos en el sentido que hoy se le suele dar a esa pala­bra, pero hay que tener bien presente que, como se ha dicho, « tradicionalmente, todo edificio está construido según un mo­delo cósmico; mientras no existió la distinción entre "sagrado" y "profano" es decir, mientras el punto de vista profano no había surgido aún por efectos de un debilitamiento de la tradición, siempre y en todas partes fue así, inclusive para las casas particulares. La casa era entonces una imagen del cosmos, es decir, como un "pequeño mundo" cerrado y completo en sí...» (2).

René Guénon se expresa en tiem­po pretérito pues se dirige fundamentalmente al lector occi­dental para el cual, efectivamente, estos símbolos pertenecen a un pasado muy remoto y poco menos que completamente olvidado: Las viviendas familiares están absolutamente desprovistas de todo simbolismo, es cada vez más raro encontrar iglesias o sinagogas orientadas como corresponde y, en cuanto a la "cadena de unión"; la mayor parte de los actuales masones no ven en ella más que una alegoría de la "fraternidad universal" entendida en el más pedestre sentido "moral".

Pero para los aymaras y quechuas (que desde ningún punto de vista pertenecen al "mundo occidental", salvo que hayan sido "civilizados"), todo eso forma parte, espontáneamente, podría decirse, del presente cotidiano

La chekka o chiqa

El tendido de la cuerda, como hemos visto, comienza por una de las diagonales de la planta, esto es por uno de los brazos de la cruz que conforman las cuatro estacas. Esta diagonal es llamada chekka en lengua aymara y chiqa en lengua quechua, palabras ambas que significan a la vez "recto"; "rectitud" y "verdad". La representación de chekka es siempre una línea oblicua, lo que sin duda ha de llamar la atención a los occidentales, para quienes la oblicuidad es precisamente lo contrario de la rectitud.

Según hemos señalado en otro lugar (3), el hombre andino concibe a todas las cosas en constante movimiento y cambio y, en consecuencia, nunca define nada, ya que algo definido y, por lo tanto, "fijado"; no podría tener ninguna existencia real en el mundo manifestado

El hombre andino, jamás se preocupará por averiguar lo que podría llegar a ser "la cosa en si", preocupación perfectamente inútil desde su punto de vista (y desde el nuestro, dicho sea de paso); por ejemplo, jamás discurrirá acerca de "el tiempo en sí" o "el espacio en sí", al punto de que en las lenguas aymara y quechua hay una sola palabra —Pacha— para decir "tiempo", "espacio" y "Mundo". Ahora bien: Si un occidental quisiera represen­tar gráficamente el movimiento rectilíneo uniforme, lo haría probablemente mediante un sistema de coordenadas carte­sianas ortogonales donde la abscisa (x) indicaría el espacio (la distancia recorrida), y la ordenada (y) indicaría el tiempo transcurrido, quedando entonces el movimiento representa­do por la resultante (z), una semirrecta inclinada a 450; vale decir que consideraría al movimiento como el resultado transitorio de la interacción de dos elementos clara y distin­tamente definidos: el espacio y el tiempo. A la vista de este esquema, el hombre andino, en cambio, consideraría que el único elemento real y permanente es la línea oblicua (z) chekka—, mientras que en las líneas horizontal (x) y vertical (y) no vería otra cosa que el resultado de la disociación arbitraria, convencional y abstracta de Pacha.

En este sentido, chekka alude a las condiciones de existencia de todas las cosas, y va de suyo que nada puede ser considerado ni concebido inde­pendientemente de sus condiciones de existencia. El cons­tructor aymara, puesto que ha de edificar su vivienda en este mundo, comenzará -para expresarlo de alguna manera-- ­por "situar el edificio en el espacio-tiempo que le corres­ponde"; y lo hará mediante el "trazado" de chekka, para luego "desplegar" las posibilidades contenidas en esa línea fundamental (4).

Otra cuestión a tener en cuenta, a propósito de chek.ka, es la siguiente: De acuerdo a la tradición quechua, cuando el primer monarca -Inka- fundó el Cuzco -la futura capital del imperio-, la dividió en dos partes: Hanan Cuzco, es decir el Cuzco Superior donde se estableció el séquito del Rey, y Hurin Cuzco, es decir el Cuzco Inferior donde se estableció el séquito de la Reina. Esta división se reprodujo en cada dis­trito -suyu- del imperio -Hanansuyu y Hurinsuyu- y en cada comunidad -ayllu-, conservándose esto último hasta el día de hoy, tanto entre los quechuas como entre los aymaras. En las asambleas y ceremonias, los jefes del sector Hanan se sientan a la derecha y los jefes del sector Hurin se sientan a la izquierda. Para los andinos, además, el Norte es "abajo" y el lugar de la oscuridad, en tanto que el Sur es "arriba" y el lugar de la claridad, de modo que existe una correlación "Norte-abajo-izquierda-femenino-oscuro", por un lado, y "Sur-arriba-derecha-masculino-claro", por el otro.

El trazado de la planta comienza en el ángulo Noroeste, "asciende" hasta el ángulo Sureste y se despliega hacia la izquierda, con lo que queda determinado un triángulo rectángulo con el vértice hacia abajo y que, en base a lo seña­lado, debe ser considerado como "femenino, oscuro y ascendente" (5); luego, el trazado se despliega hacia la derecha, con lo que queda determinado el segundo triángu­lo, con el vértice hacia arriba y que debe ser considerado como "masculino, claro y descendente", todo esto en con­formidad con el principio cosmológico aymara según el cual «lo que está abajo sólo puede subir y lo que está arriba sólo puede bajar ». Ambos triángulos comparten la hipotenusa y son perfectamente complementarios, siendo uno la imagen invertida y especular del otro; de este modo, la imagen de la planta de la vivienda aymara guarda una notable similitud con el símbo­lo chino del yin-yang:

Chekka, por lo tanto, viene a representar el "camino del medio" donde se resuelven y se anulan todas las oposiciones aparentes.

Señalemos, para terminar, que el triángulo de lados 3-4-5, representado de cierta manera, era un signo de reconocimiento entre los Sabios andinos. Este triángulo repre­sentaba, para los pitagóricos, el equilibrio entre la Providencia (simbolizada por el número 3, número Celeste por excelencia), la Voluntad (simbolizada por el número 4, número de la Manifestación), y el Destino (simbolizado por el número 5, número de la Unidad considerada en el centro del Cuaternario, y también del Microcosmos, o sea del hombre indi­vidual). Este equilibrio se realiza, en términos humanos, cuando el hombre, determinado por su destino, es decir, por su naturaleza, se amolda a la Providencia, es decir, a las Disposiciones Superiores, para ejercer su voluntad, con lo que podría decirse que «partiendo del 5 y en conformidad con el 3, se llega al 4 », que es precisamente lo que el constructor aymara (quien, desde luego, jamás ha oído hablar de Pitágoras ni de su escuela), hace al trazar la planta de su vivienda


Referencias

(1) René Guénon, « La cadena de unión », capitulo LXV de Símbolos funda­mentales de la Ciencia Sagrada.[Cf René Guénon, Symboles de la Science Sacrée, Paris, Éditions Gallimard, collection Tradition, 1992, chapitre LXV «La chame d"union », pp. 370-373).

(2) René Guénon, « Encuadres y laberintos », capitulo LXVI de Símbolos fun­damentales de la Ciencia Sagrada. [Cf. René Guénon, Symboles de la Science Sacrée, Paris, Éditions Gallimard, collection Tradition, 1992, chapitre LXVI «Encadrements et labyrinthes », pp. 373-377).

(3) Ver artículo « Sobre la supuesta "pasividad" del Hombre Andino », en la revista Abya YaIa, Año 1 Número 1 - Solsticio de Verano 2003, pp. 66-73.

(4) Demás está decir que un andino jamás se expresará en estos términos, que deben ser tomados tan sólo a título de "ilustración" más o menos aproximativa de lo que aquí queremos dar a entender.

(5) En la tradición náhuatl, el Norte -color negro- es el "rumbo de los muertos" y el Oeste -color rojo- es el "rumbo de las mujeres ", el tiempo que "la tierra del color rojo y negro" -el Noroeste- es la morada de Quetzalcóatl y, por lo tanto, la sede de la Sabiduría primordial. Esta asociación simbólica entre la Sabiduría y la "región femenina" no ha de sorprender a los cristianos, toda vez que, en la doctrina católica, la Santa Virgen es "Sedes Sapientiae "

LA MASONERÍA EN AMÉRICA Y EN EL PERÚ.

No se tiene mayores antecedentes sobre la llegada de la masonería al Perú, menos en América (o viceversa según lo quiera plantear el lector). Sobre el primer vestigio se encuentra en los volúmenes de la obra “Tradiciones Peruanas” de R:. H:. Ricardo Palma en el que encontramos un pequeño indicio referido que en la llamada “Casa de Pilatos” funcionaba un Templo Masónico, templo que era una especie de Sinagoga Judía, y en él se reunían en secreto el rico judío portugués Manuel Bautista Pérez y cien de sus paisanos, pero que, luego fueron denunciados y sentenciados a muerte, éste y diez de sus miembros por el Tribunal del Santo Oficio siendo todos sus bienes confiscados por la Iglesia Católica. Al respecto de este tema, y con relación al Tribunal del Santo Oficio surgieron preguntas como: ¿quién está mas cerca de Jesús, el Gran Rabí de Galilea, y si es ésta Iglesia intolerante o la francmasonería? ¿quién practica la caridad sin preguntar la creencia que se tiene?, ¿quien propugna la igualdad, la fraternidad y la libertad en los hombres, dentro de la tolerancia, el respeto a los derechos, que niega la violencia y todo aquello que vincule o llegue a la violencia? ¿será la francmasonería o será la iglesia católica que persiguió con hierro y fuego a quienes discrepan con ella o a quienes piden se diga la verdad sobre Jesús y su gran legado? ¿Será lo expuesto en la Encíclica de Pío IX que condena la Libertad de Pensar, la Libertad de Imprenta, la Libertad de Enseñanza, de Asociación, y que son libertades conquistadas por el Hombre? Considero particularmente que estas preguntas aún están latentes en el tiempo.

La Bula Apostolici Próvidas de Benedicto XIV en 1751, y el Decreto del Rey Fernando VI de España, proscriben a la masonería, normas que, se hacen extensiva en América Latina. Empero, dentro de estos contrastes que se nos presenta el discurrir de la vida, el 24 de Junio de 1760 el Conde de Aranda independiza de Francia la masonería española que estuviera desde ya bajo los nuevos alcances sociales, fundando El Gran Oriente de España, y asumiendo toda defensa de la masonería española.

Existe documentación oficial que por los años de 1750, el Hermano Esteban Morín fundó en Santo Domingo en concurrencia con algunos masones franceses un Consejo del Príncipe del Real Secreto, uno de los Grados Superiores y Administrativo del Rito Escocés, para luego fundar logias de perfección en Nueva York y Charleston para luego diseminarlas en todos los Estados Unidos de América.

Anterior a ella y reconocida de modo indiscutible es la Logia de Filadelfia fundada en 1681 por Guillermo Penn, luego tenemos la Gran Logia de Massachuetts fundada el 30 de Abril de 1733 luego otras más. Una de mucha relevancia es la Gran Logia de Virginia fundada en el 1777, y en el que participara el Gran Masón e Ilustre americano Francisco de Miranda, participando con masones de la talla de Lafayett y Rochambeau todos miembros de la masonería francesa.
Se conoce no muy documentradamente de la existencia de un proceso en Chile, en 1753, contra el masón Ambrosio Saez de Bustamante quien era en ese entonces Intendente de Valdivia.
Las Logias Lautarinas

En nuestro continente, mucho se habla de las logias Lautarinas formadas en América del Sur y que tuvieron intervención en la causa de la Independencia de sus países. Pues bien, estas logias llamadas así en homenaje al Cacique Lautaro, araucano él, que lucho contra los conquistadores españoles en el siglo XVI, fueron desarrolladas en América del Sur a partir de 1811, siendo su fundador entre otros el Argentino don Matías Zapiola.

Las Logias de Lautaro o Lautarinas por su extensión, son una derivación de las Logias de Cádiz, que en primer momento fueron creadas como Sociedad de Caballeros Racionales, llevadas a Cádiz por Hermanos formados en la Logia de Londres, y por quien fuera también fundador de la Logia de Londres el también argentino Carlos de Alvear. Estas logias lautarinas se desarrollaron no sólo en esta parte de América sino también en Mexico.

Se conoce que grandes pensadores e intelectuales americanos como Andrés Bello, Villa Urrutia, incluso el prócer boliviano Murillo, pertenecían a la Gran Logia de Londres, luego como miembros de las Logias de Cadíz o de los Caballeros Racionales
En 1812, en Buenos Aires, Alvaer, Zapiola y San Martín fundan la Logia Lautaro, donde se incorporan OHiggins, Blanco Encalada, Las Heras y otros grandes próceres de la Independencia.
En 1797 en Londres el prócer venezolano Francisco de Miranda y Rodríguez, funda la Logia “Gran Reunión Americana” y de la que en Madrid - España se denominó Junta de las Ciudades y Provincias de la América Meridional, o la “Logia Mirandina” en honor de su fundador, de la que pertenecerían entre otros Bolivar y sobre todo el peruano Pablo Antonio José Olavide y Jauregui cofundador de estas logias y de su gran participación en las Cortes de Cádiz.
Sobre Pablo Antonio José Olavide y Jauregui se habla como el Procer Olvidado, y es cierto, por que no hay un tema o estudio conciensudo que realmente trate sobre este Gran Masón peruano.
Lo descrito como las logias lautarinas son el punto de partida para las Logias Independentistas. Pero como se dijo también, en América del Sur ya se habían desarrollado logias masónicas secretas, y que hasta la fecha no se ha podido alcanzar documentación alguna y mucho tiene que ver en ella la Santa Inquisición que desapareció documentos existentes. La mejor prueba de ello es una Carta de fecha 20 de Diciembre del año 1753, por el que, los Inquisidores de Lima remiten a los Inquisidores de España denuncia de haber decomisado unas estampas masónicas sobre iniciación a un comerciante, cuyo nombre no se conoce.
El verdadero Procer.- En la obra del historiador Martín F. Lescano llamado “Sociedades Secretas” se anota que en 1776 el Cacique José Gabriel Condorcanqui y Noguera “Tupac Amaru” tenía relación con los grupos masónicos aún cuando no está determinado su fecha de iniciación para señalar que este lo fuera, aun cuando su esposa doña Micaela Bastidas afirma que su esposo se había iniciado y ya conocía “ La Verdadera Luz ” y porque además en la sentencia de muerte de Tupac Amaru se le imputa el cargo de sacrílego - nombre que le daban a los masones en su calidad de propagador de ideas contrarias a la Religión y el Estado – y como mayor prueba, se le encuentra un collar de hierro con dos platinas pesadas y rodeados de puntas que manifiestan “La Orden del Paititi” y del que se dice fuera su Gran Maestro.
Sobre la obra y actuación masónica de Tupac Amaru existe innumerables narraciones y pasajes históricos que no han sido divulgados y entre ellos encontramos algunos aspectos sobre su correspondencia. Una de estas correspondencias estuvo, dirigido a Tomás Túpac Catari quien en ese momento dirigía la Revolución de Challanta, hoy región de Oruro - Bolivia. Esta correspondencia jamás llego a manos de Tomás Tupac Catari quien había muerto semanas antes. La carta llega a las manos de Julián Apaza indígena de la Paz - Bolivia y quien suplanta la persona de Tomás Tupac Catari auto titulándose “Virrey de las Provincias del Sur” y quien inmediatamente se comunica con Tupac Amaru, al cual, incluso, envía a un indio de emisario, llamado Tomás Calizaya con el cargo de Rey Fiscal, para la sublevación de Copacabana y quien se presenta con las alegorías de un iniciado masón.
Podemos decir que en relación de José Gabriel Condorcanqui y Noguera o “Tupac Amaru II” habría mayores manifestaciones de relación masónica y que incluso en su casa del Cuzco ubicado en el sector de Mutachacca (Hoy Avenida del Sol) se han encontrado ornamentos masónicos de segundo y tercer grado, los cuales hoy se encuentran en poder de la R:. L:. S:. “Koricancha” No. 40 del Vall:: del Cuzco; y, respecto a Tomás Tupac Catari sí estaría mas definido sobre su formación masónica.
Estas fuentes tienen mayor relevancia para determinar su vinculo masónico, más aún, cuando se sabe de la existencia de un Pasaporte Masónico otorgado a algún patriota innominado, que laboraba por estas zonas. Por el documento en cuestión se conoce que fuera otorgado por el Soberano Capítulo de la Unión del Sur –Arequipa- durante el año de 1822 y suscrito por un Tupac Catari, a sabiendas que la Revolución de éste data del año 1780, por lo tanto es un seudónimo utilizado en honor de un Gran Revolucionario Independentista.
La independencia del Perú y las Logias estuvieron muy ligados y sobre todo con las llamadas sociedades secretas conectadas con las Logias Lautarinas y con las Junta de las Ciudades y Provincias de la América Meridional.
En el Perú fueron ciudades muy especiales donde se desarrollaron estas Logias, así tenemos, Lima, Trujillo, Tacna y Lambayeque, sin que ello signifique que en otras ciuidades como el caso de Arequipa funciones logias o “capítulos”
Denominaciones.-
El también masón, historiador Germán Leguía y Martínez hace una clasificación sobre los centros de reunión masónica, así tenemos las reuniones de Lima con:
• “Los Fernandinos”, que es la Logia constituida en la Escuela de Medicina San Fernando de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, la misma que se encontraba ubicada en la Plaza Santa Ana y tenía en sus miembros a don Hipólito Unánue, el Dr. José Peset, el Dr. Gavino Chacaltana, el Dr. Nicolás Alcazar, el Dr. José Manuel Valdez, el Dr. José Gregorio de Paredes, logia que fundo a su vez la Sociedad Amantes del Perú y el “Mercurio Peruano”
• “Los Carolinos”, cuya base fue el Convictorio de San Carlos, de los que sobresalen los curas, Obispo Toribio Rodríguez de Mendoza y el sacerdote Diego Cisneros, Dr. Francisco Javier Mariátegui, Dr. José Faustino Sánchez Carrión, sacerdote Francisco Luna Pizarro, el tacneño Francisco Pallardelli, el cajamarquino Juan Sánchez Silva
• “Los Neris”, “Deanes”, y “Forasteros”. “Los Neris” estuvo constituida preferentemente por sacerdotes dentro de los que se encontraban el Fraile Tomás Méndez, el Fraile José María García, el franciscano descalzo Fraile Francisco Montenegro entre otros y que fundaron “El Satélite Peruano”.
• “Los Deanes” quienes se reunían en la casa huerta el Dean o de las Flores por el chileno José Flores, el que era una prolongación de los carolinos y en ella se encontraban Los Hermanos Portocarrero, los chilenos evadidos y que fueran vencidos en la Batalla de Rancahua, como José Manuel Alvarez, Joaquín Larraín, José Silva Lazo, o los argentinos que pertenecían al Batallón Numáncia como José Bernal, Ramón Boado, Gregorio Tramarino.
• “Los Forasteros” grupo pequeño constituido entre otros por el santafecino Fernando López Aldana, el chileno Joaquín Camino, el mejicano Ayala, los colombianos Mariano López, Miguel Moreno, el venezolano Francisco Argote, el ingles Thomas Gutrie, el italiano José Boqui y el español Guillermo Del Río.
• Existía también una logia con un sobre nombre original “Los Copetudos” al que pertenecían el marqués José de la Riva Agüero y Sánchez Boquete; el Conde de la Vega del Ren don José Matías Vásquez y de Acuña; el marques de Villa Fuerte don Manuel de la Puente y Jaúregui; el marqués de Torre Tagle don José Bernardo de Tagle y Portocarrero; el conde de la Vista y Florida don Manuel Salazar y Baquijano; el conde de Olmos don Luis José Orbegoso y Moncada de Vinegra.
Peruanos en América.-
Durante el periodo de Independencia surgieron masones peruanos con participación en la independencia de los pueblos de América, tenemos incluso a los masones que gobernaron en la República de Argentina como Ignacio Alvarez Thomas, Toribio de Luzuriaga, José Darregueira, o a Juan Egaña en Chile quien llego a ser Ministro y Diputado y al cura Melchor de Talamantes en Mexico.
La masoneria republicana
En el Libro del R:. H:. Alejandro Alayza y Paz Soldán denominado “Breve Historia de la Masonería Peruana”, señala que, hacia 1830 en el Perú funcionaban 12 logias simbólicas bajo la Jurisdicción del Gran Oriente de Colombia. Considero particularmente que habría que aclarar algunos datos, y es que encontramos para 1824 las Logias Orden y Libertad y ambas consignadas con los No. 01 y 02, correspondiendo la No. 01 a la Logia que funcionaba en Tacna, y que posteriormente en 1882 apareció funcionando en la Ciudad de Lima, y es miembro fundador de la Gran Logia del Perú, logia que incluso fue gobernada en Lima por militares chilenos como el Coronel Estanislao del Canto quien mucho diera que hablar durante la época de la ocupación de la Guerra del Pacifico. La Logia Orden y Libertad No. 02 fue fundada con anterioridad a 1821 en la Ciudad de Lima por el prócer José Faustino Sánchez Carrión. La confusión data en que se consigna a la Logia Paz y Perfecta Unión con el No. 01.
La masonería en Tacna.-
Esta confusión data conforme a la Carta Constitutiva de la Logia Orden y Libertad No. 01 del Valle de Tacna, perteneciente a la logia simbólica del Rito Escocés Antiguo y Aceptado del 12 de Julio de 1861, pero esta logia ya estuvo desarrollándose bajo los auspicios de la Gran Logia de Italia, base para esta afirmación es que el peruano francés (tacneño por adopción) Enrique Pallardelli fue comisionado a Lima y trabajó en una logia carolina. Caso parecido se tiene con la Logia Virtud y Unión No. 03 con nueva carta de fecha 24 de junio de 1875 y una anterior de 1823.
Al respecto y conforme a la documentación existente en la Ciudad de Tacna encontrada bajo impresiones de la Casa Freyre, se comprueba que funcionaba una segunda logia denominada Constancia y Concordia No. 566, fundada el 15 de Noviembre de 1862 y que luego de 1879 pasa a Constituirse como Constancia y Concordia No. 12, hoy en la Provincia Constitucional del Callao.
Las Logias que funcionaban en la Ciudad de Tacna, tenían como p:. g:. La calle Sucre con el No. 181. (Hoy calle Francisco Antonio de Zela cuadra seis). Estas logias de Tacna fueron nexo con los hermanos del oriente boliviano, de manera especial de la Logia Obreros del Porvenir No. 16 quien dependió hasta 1884 del Gran Oriente del Perú, como lo fueron la Logia Luz del Guaya No. 10 de Guayaquil –Ecuador, creada antes del conflicto con Chile.
Estas logias fueron parte de la Gran Logia de los Antiguos, Libres y Aceptados Masones de la República del Perú, y que el 09 de junio de 1882 son parte de la Gran Logia del Perú. Cabe hacer mención que, entre 1879 y 1882, estas mismas logias fueron absorbidas por la venerable Gran Logia Provincial de Escocia (Edimburgo) en Lima, Jurisdicción de Perú y Chile, la misma que trabajaron en el Rito de York.
Luego de algún periodo vacío, debido a la ocupación chilena, estas logias tacneñas fueron trasladadas a la Ciudad de Lima. Es el caso que la Logia Virtud y Unión desapareció. Tacna aguardó la formación de una nueva logia hasta el año de 1920, en el día 22 del mes de Julio, constituyendo su templo en la calle Justo Arias y Aragues No. 361, denominándose “Francisco de Paula González Vigil” No. 38, en honor de uno de las mas grandes preclaros hijos de esta tierra cuyo legado masónico es y será su honestidad. Hay una expresión que lo dice todo “ Yo tengo que acusar, yo acuso” Frase que virtiera en el Congreso de la República ante la desonestidad de sus integrantes .

De aquella fecha de iniciación a trabajos, hasta la actualidad muchas personalidades han discurrido por su templo, masones como el Respetado Hermano Filidoro Cavagnaro, muchos de ellos adornan las columnas en el Oriente Eterno y es madre de las nuevas logias de Tacna.
En el valle de Toquepala asiento minero del mismo nombre, entre sus funcionarios y algunos trabajadores se forma la Logia Toquepala No. 60, quien posteriormente debido a los cambios de propiedad en la mina, deciden trabajar en la ciudad de Tacna. Esta logia se formo el 25 de Mayo de 1960.

Judíos e Incas: Los puentes del judaismo

Mientras las teorías que parecen querer unir los destinos de dos pueblos, el inca y el judío, se multiplican, las coincidencias históricas se detienen en la diferente suerte que les tocó correr al final del camino. Quién sabe, tal vez algún día, la cultura incaica, al igual que la judía -cuyo desarrollo jamás fue interrumpido- vuelva a florecer. El historiador peruano Luis Valcárcel lo denomina "político y artista, la más esclarecida personalidad de la América antigua". Para su colega inglés Sir Clemens Markham, fue "el más grande hombre que ha producido la raza aborigen de América". Se llamaba Pachakutec, "transformador del mundo", y en el siglo XV de la era común crea un imperio. Porque con este noveno Inca se inicia la expansión de su pueblo que, en una campaña comparable a las de Alejandro Magno, en menos de un siglo gobernaría sobre casi dos millones de kilómetros cuadrados, desde el norte del Ecuador hasta Chile central. Machu Picchu es "viejo pico", la intacta fortaleza que sirvió de refugio para los gobernantes incas cuando su capital, Cuzco, cayó en manos del invasor español. Desde allí se realizó durante varios lustros un desesperado esfuerzo por conservar la cultura incaica. "La ciudad de la última esperanza", la designó Juan Larrea. Una esperanza malograda ante las invencibles armas de fuego de la Corona de Castilla. En el año 1572, a cuatro décadas de iniciada la conquista real, el Virrey Francisco de Toledo envió cinco mil hombres armados para saquear toda la región. Enfrentados con la inminente derrota, los incas decidieron abandonar la urbe precolombina. Machu Picchu queda solitario hasta que el mundo científico pudo descubrirlo en 1911, cuando el arqueólogo hawaiano Hiram Bingham, de la Universidad de Yale, llegó a su cima.
En Israel

Desde las costas de Etsión Guever, en el Mar Rojo, partía, hace tres mil años, la flota de los marinos del rey Salomón, asociados con los del rey fenicio Jiram. Eso lo refiere la Biblia, y la historia lo complementa: Jiram, hijo de Avival, fue quien logró expandir el reino fenicio por el Mediterráneo. Mantuvo excelentes relaciones políticas con David y con Salomón y, allá por el 950 a.e.c., despidió a sus marinos que zarparon desde Etsión Guever (cerca del actual Eilat) hacia Ofir. De Ofir, sabemos que era un país famoso por su oro. Desconocemos su situación precisa. Se intentó identificarlo con la India, con alguna isla del Mar Rojo, con la costa oriental africana... ¿Y si fuera América? Las conclusiones serían sorprendentes: los marinos israelitas habrían arribado al Nuevo Mundo dos mil quinientos años antes que Colón. Hay bibliografía al respecto. En 1618 un soldado portugués, Ambrosio Fernandes Brandao, publica "Diálogos das grandezas do Brasil", en donde sostiene que los indígenas brasileños eran descendientes de los hebreos que habían alcanzado América durante el reinado de Salomón. En 1968, el semitista norteamericano Cyrus Gordon presentó una tableta fenicia encontrada en América en 1872, como posible prueba de que la escuadra del rey Jiram había, efectivamente, viajado al continente. En su libro sobre civilizaciones americanas, Aldo Ottolenghi sostiene haber "clasificado en América del Sur escrituras sumamente parecidas a las semitas... Dos escrituras similares no pueden surgir porque sí, por arte de magia, en dos pueblos alejados. Tiene que haber existido en época lejana un contacto cultural directo o indirecto... La técnica de construcción del Templo de Salomón es la misma empleada en la construcción del templo de Cuzco. Existe, además, una serie de sorprendentes parecidos; por ejemplo, en la pena para los adúlteros, que eran condenados a muerte mediante lapidación, tanto en las civilizaciones del Cuzco como entre los antiguos judíos".
Coincidencias Históricas

Al margen de estas especulaciones sobre conexiones entre nuestros remotos antepasados y los aborígenes americanos, existen coincidencias históricas que merecen considerarse. ¿Por qué motivo se derrumbó el memorable imperio inca en tan poco tiempo? ¿Por la acción de un conquistador analfabeto, Francisco Pizarro, comandante de sólo ciento ochenta hombres y algunos caballos? Ya en 1522, una década antes que Pizarro, Pascual de Andagoya había intentado una expedición al Perú que culminó con el fracaso. Gobernaba entonces el undécimo Inca, Huayna Cápac. Con su muerte, en 1525, estalla una lucha fratricida entre sus dos hijos, Huáscar y Atahualpa, que se disputaban la herencia al trono. Esta guerra civil fue la circunstancia propicia para la invasión de Pizarro. En enero de 1531, el español parte desde Panamá con el propósito de descubrir y conquistar los territorios del sur del Pacífico, que se tenían por inmensamente ricos. Llega el momento oportuno: la guerra civil desgarra al otrora unido Tahuantisuyo, y tanto Huáscar como Atahualpa procuran ganar para sí al irruptor europeo. Dieciséis siglos antes, Jerusalem había protagonizado una experiencia similar. Fallecida la reina Salomé Alejandra, sus hijos Hircano II y Aristóbulo, la última generación hasmonea, combaten entre sí por el poder. Cuando se acerca el ejército romano de Pompeyo, ambos hermanos enfrentados solicitan la ayuda del invasor. Pompeyo capitaliza para su imperio el conflicto fratricida y conquista Israel para Roma (año 63 a.e.c.). Así se pone fin al siglo de independencia judía en el país, que habían iniciado los macabeos. Volvamos a América. Atahualpa vence a su hermano mayor Huáscar y lo hace ahogar. En la batalla de Ambato decapita al general inca Atoco y bebe la sangre caliente de su cráneo. Adquiere de ese modo "el ánima de todos los cuzqueños". Una vez triunfante, dispone de treinta mil hombres para enfrentar al puñado de Pizarro. El conquistador español, en astuta treta, logra capturar al nuevo Inca y exige un rescate fabuloso en oro a cambio de su libertad. A pesar de que el precio es pagado, ejecutan a Atahualpa, cabeza de un estado teocrático y de un gobierno absolutamente unipersonal. El imperio inca, anárquico y deshecho por las crueles luchas internas, llegaba a su fin. Entre 1536 y 1572, los últimos representantes de la reyecía incaica, se mantuvieron a la defensiva en la inexpugnable región de Vilcabamba. Allí, a la margen izquierda del río Urubamba, a 2.380 metros sobre el nivel del mar, se yergue, en importante panorama, Machu Picchu. Según su descubridor Bingham es "la cuna y tumba de la civilización incaica". Retomemos la cuestión del origen de esta civilización. El cronista Miguel Cabello Valboa explica en su libro "Miscelánea Antártica", de 1586, que una expedición de hebreos había llegado al Perú y regresado a Israel con apreciable cargamento de oro. Se trataba de la tierra de Ofir, de cuyo nombre, según dicho autor, "Perú" no es sino una deformación. Y si creemos poco factibles los vínculos de Salomón con los constructores del Machu Picchu que fundara Pachakutec, veamos otra suposición, algo más difundida. En 1642, el navegante marrano holandés Arón Levi de Montezinos, descubrió un grupo de indios en estas tierras. Según Montezinos declaró bajo juramento al tribunal rabínico de Amsterdam, los nativos recitaban el "Shemá" y conocían otros rituales judíos. El entonces rabino principal de Holanda, Menashé ben Israel, escribe "La esperanza de Israel", en donde afirma que los aborígenes de América descendían de las Diez Tribus Perdidas de Israel, aquellos treinta mil hebreos transportados por los asirios en el siglo VIII a.e.c. En 1650, Thomas Thorowgood publica en Londres su obra "Judíos en América o probabilidades de que los americanos sean de esa raza". Si bien es sabido que a las Diez Tribus se les han atribuido las descendencias más variadas (afganos, ingleses, japoneses, etc.), no es menos cierto que las teorías que identifican su posteridad con los nativos de América se reiteran. Viscount Kingsborough sostuvo que los descendientes de las Diez Tribus fueron los mejicanos, y otros definieron que su trayecto fue a través del estrecho de Aninaí (lo que hoy denominamos Behring), que permitió el paso de los exiliados hasta su establecimienten Sudamérica. Las semejanzas halladas incluyen la observancia del levirato y desgarrar la ropa en señal de duelo. Diego Andrés Rocha, jurisconsulto miembro de la audiencia de Lima, escribió en 1681 su "Tratado único y singular del origen de los indios del Perú, México, Santa Fe y Chile", en el que defiende también la tesis de las Diez Tribus inmigrando a América. El teólogo norteamericano Ezra Stiles (1727-1795), séptimo presidente de Yale, buscó en los indios de su país a los descendientes de las Tribus. Tal vez sólo un zonzo chauvinismo podría alentarnos para querer encontrar el genio judío aun en las maravillas que legaron los incas, pero más allá de esta posibilidad, resulta también destacable que a la caída de aquel imperio, hayamos tenido con los incas perseguidores comunes. La Corona de España concluía su expulsión de hebreos en la península y comenzaba su ataque en las tierras invadidas. Por su parte, la Iglesia llevaba a cabo persecuciones y conversiones forzadas, en Europa con el pueblo judío, en el Perú con los incas. A un mismo tiempo, a fines de 1532, cuando el conductor pseudo-mesiánico judío Shlomó Moljo era quemado en la hoguera en Mantua por resistirse a la conversión, muy lejos de allí, Atahualpa rechazaba en su tierra la evangelización que le proponía el fraile Vicente Valverde, y también sería ejecutado. Aquí concluye la coincidencia. Porque Israel ha recobrado definitivamente su tierra, y jamás ha interrumpido la creación de su cultura. La civilización quechua, por el contrario, no tuvo jamás ningún tipo de reparación por la destrucción sufrida. Quizás el futuro cercano nos regale un justo florecimiento de la cultura incaica en su suelo. Quien podría desbaratar nuestras conjeturas sobre la descendencia americana de las Diez Tribus es nada menos que Rabí Akiva (siglo II a.e.c.). Basándose en una metáfora bíblica, el sabio judío dictamina en la Mishná: "Las Diez Tribus jamás retornarán". Cuzco, hoy capital arqueológica del continente, fue la principal ciudad de los incas. En quechua significa "ombligo (del mundo)". Así llama el Talmud a Jerusalem.